Vuelo de ida

¿Es Perfect Days un anuncio de obras públicas en Tokio?

April 07, 2024 Marta Franco & Patricia Puentes Episode 8
¿Es Perfect Days un anuncio de obras públicas en Tokio?
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¿Es Perfect Days un anuncio de obras públicas en Tokio?
Apr 07, 2024 Episode 8
Marta Franco & Patricia Puentes

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Nos vamos hasta Shibuya, Tokio, de la mano de la nueva película de Wim Wenders, Días perfectos o Perfect Days.  Esta película nominada al Oscar en la categoría de mejor película extranjera, se centra en el día a día de un limpiador de baños públicos interpretado por el actor Koji Yakusho. Los baños públicos que aparecen en la película son una localización real y forman parte del llamado Tokyo Toilet, un proyecto de obras públicas que ha hecho que nos entraran ganas de volver a visitar la capital japonesa. Te contamos cómo encontrar estos baños, diseñados por arquitectos galardonados, y cómo dar con el resto de localizaciones de la película: desde el izakaya al que va su protagonista, hasta el puente que cruza en bici a menudo o la tienda de discos donde se puede ganar una fortuna vendiendo cintas de cassette.

The Tokyo Toilet: https://tokyotoilet.jp/en/
Visitas guiadas a los baños públicos de Shibuya: https://campaign.nearme.jp/thetokyotoilet/en
Los baños públicos donde se baña Hirayama en la película: https://denki-yu.studio.site/
El centro comercial subterráneo de Asakusa: https://asakusachikagai.com
El izakaya Fukuchan: https://g.co/kgs/SNavKXQ
El puente peatonal Sakurabashi: https://maps.app.goo.gl/5yHSGRWNKnGJ8BbP6
Tienda de discos Flash Disc Ranch: https://maps.app.goo.gl/AsTuifhwAbxZeiJ68
La web de la película: https://www.perfectdays-movie.jp/en/

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Show Notes Transcript

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Nos vamos hasta Shibuya, Tokio, de la mano de la nueva película de Wim Wenders, Días perfectos o Perfect Days.  Esta película nominada al Oscar en la categoría de mejor película extranjera, se centra en el día a día de un limpiador de baños públicos interpretado por el actor Koji Yakusho. Los baños públicos que aparecen en la película son una localización real y forman parte del llamado Tokyo Toilet, un proyecto de obras públicas que ha hecho que nos entraran ganas de volver a visitar la capital japonesa. Te contamos cómo encontrar estos baños, diseñados por arquitectos galardonados, y cómo dar con el resto de localizaciones de la película: desde el izakaya al que va su protagonista, hasta el puente que cruza en bici a menudo o la tienda de discos donde se puede ganar una fortuna vendiendo cintas de cassette.

The Tokyo Toilet: https://tokyotoilet.jp/en/
Visitas guiadas a los baños públicos de Shibuya: https://campaign.nearme.jp/thetokyotoilet/en
Los baños públicos donde se baña Hirayama en la película: https://denki-yu.studio.site/
El centro comercial subterráneo de Asakusa: https://asakusachikagai.com
El izakaya Fukuchan: https://g.co/kgs/SNavKXQ
El puente peatonal Sakurabashi: https://maps.app.goo.gl/5yHSGRWNKnGJ8BbP6
Tienda de discos Flash Disc Ranch: https://maps.app.goo.gl/AsTuifhwAbxZeiJ68
La web de la película: https://www.perfectdays-movie.jp/en/

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Marta Franco: Hola todos, bienvenidos de nuevo a Vuelo de ida, el podcast con el que viajamos por el mundo de la mano de nuestras películas y series favoritas.

Patricia Puentes: O al menos lo imaginamos.

Marta: Que bueno, algo es algo. Soy Marta Franco.

Patricia: Y yo Patricia Puentes.

Marta: Y hoy nos vamos hasta Tokio, y en concreto a sus maravillosos baños públicos, junto a Perfect Days.

Marta: Perfect Days es una película japonesa, bueno, en realidad una coproducción entre Alemania y Japón, dirigida por Wim Wenders. Se centra en el día a día de un limpiador de baños públicos interpretado por el actor Koji Yakusho, que se dio a conocer con la película de 1996 Shall we dance?, que la verdad es que en su momento me encantó. Puede que os suene también porque Richard Gere y Jennifer Lopez protagonizaron un remake en 2004.

Patricia: Uno de esos remakes americanos totalmente innecesarios, por eso… Perfect Days, o Días perfectos, estaba nominada a mejor película extranjera este año en los Oscar, aunque no se llevó el premio, se lo llevó The Zone of Interest, o La zona de interés. La verdad es que habría sido una sorpresa que se lo llevara Perfect Days…

Marta: Yo ya sé que en España había muchas ganas de que se lo llevara La Sociedad de la nieve, que la verdad es que está muy bien. Se veía que iba a ser para La Zona de interés, pero personalmente mi favorita absoluta era esta, Perfect Days.

Patricia: A ver, a mí La sociedad de la nieve me gustó mucho. Excepto por los muchos momentos en los que tuve que retirar la vista de la pantalla para no ver lo que estaba pasando…

Marta: Jajaja  Por cierto, aquí hay que decir que nosotras somos muy fans de Juan Antonio Bayona y que lo entrevistamos en San Francisco en 2017 cuando estaba promocionando Un monstruo viene a verme…

Patricia: Es verdad, y la verdad es que es muy majo… Pero aun así creo que esta vez mi favorita era también Perfect Days.

Trailer


Marta: Escuchábamos un poquito del trailer, que tiene una banda sonora estupenda con unos cuantos clásicos estadounidenses y británicos como The Animals, The Kinks, Patti Smith, la Velvet Underground… Aquí oíamos Perfect Day, de Lou Reed, que acompaña muy bien a una película que básicamente trata de un señor que pasa sus días de manera muy sencilla, esmerándose en su trabajo, escuchando música, leyendo libros, yendo al bar, haciendo fotos a los reflejos de luz entre los árboles…

Patricia: Qué bien que lo menciones, porque justamente Wenders ha dicho en entrevistas que el título original de la película hacía referencia precisamente a eso, a la luz que se filtra entre los árboles.

Marta: Sí, en un principio se iba a llamar “Komorebi”, que es una palabra japonesa que describe precisamente esto, los rayitos de sol entre las ramas. En la película, el protagonista, Hirayama, se dedica a fotografiar esto mismo, sentado en un banco en el parque y con su cámara analógica de carrete, para después organizar las imágenes reveladas.

Patricia: En algún momento, de tanto escuchar la canción de Lou Reed, supongo que decidieron cambiarle el nombre a Perfect Days, que es más directo. Y la verdad es que cuando la canción suena en la película me pareció que era perfecta para una historia tan simple. Aunque se dice que la canción en realidad es una especie de oda a la heroína a la que Lou Reed estaba enganchado, ¿no?

Marta: Es verdad que se dice, pero Lou Reed dijo en entrevistas que no, que él le daba a la heroína pero que esta canción iba literalmente sobre pasar el día en el parque con su chica bebiendo sangría y siendo feliz, así que yo me voy a quedar con eso, que va mucho mejor con la película.

Patricia: Jajaja Bueno, cuando los creadores de Trainspotting la metieron en la banda sonora de la película no debían de estar muy de acuerdo contigo…

Marta: Mira lo que te digo… ME DA IGUAL.

Patricia: Está bien, está bien, jajaja. De Perfect Days se ha dicho que es una oda a la belleza de las pequeñas cosas, que es la que parece encontrar Hirayama cuando pasa sus días limpiando baños, casi sin hablar con nadie, pero generalmente feliz.

Marta: ¿Sabes cuando la gente decía que veía Ted Lasso porque les hacía sentir bien?

Patricia: Estoy entre ellos, ¿eh? Feel good show total. Y mira que el fútbol me interesa más bien nada.

Marta: Pues a mí esto de sentirme bien es un poco lo que me pasó cuando vi Perfect Days. A ver que justo la película acaba con el Feeling Good de Nina Simone y ese tema también le va perfecto. Es una peli melancólica, es muy sutil pero sugiere un pasado complicado en la vida de su protagonista, conflictos sin resolver… Y aun así, tiene una calma y una belleza que salí del cine como en una nube. 

Patricia: Es verdad que puede que haya a quien le parezca lenta, porque no es que tenga muchísima acción, precisamente, ni mucho diálogo. Hay muchas secuencias en las que simplemente vemos a Hirayama lavándose los dientes, arreglándose el bigote, regando las plantas y limpiando con un esmero absoluto. Y es que Perfect Days se centra en muchos momentos pequeños y cotidianos…

Marta: Precisamente cuando iba a verla me preguntaba cómo habría hecho Wim Wenders, que es alemán y no habla japonés, para dirigir a sus actores en esta película. Pero claro, si no hablan mucho supongo que es más fácil…

Patricia: Jajaja Es un buen truquillo… En fin, que conste que a mí las pelis donde no pasa nada siempre me han gustado más que las pelis donde pasan demasiadas cosas…

Marta: Ah pues perfecto. En Perfect Days hay mucho que no se muestra sino que se intuye. No sabemos qué hay detrás del pasado de sus personajes, pero tenemos muchas pequeñas pistas, como los comentarios de una sobrina, un coche caro, una pasión por objetos casi de coleccionista… que nos permiten imaginarlo.

Música

Marta: Y así, como quien no quiere la cosa y de manera casi totalmente inesperada, al menos para los que fuimos a ver esta película sin saber mucho sobre las circunstancias de su producción, nos encontramos con que en Perfect Days uno de los protagonistas de la película son los baños públicos de Tokio.

Patricia: Increíble. Nunca habría dicho que un baño público fuera a ser algo que me fuera a apetecer visitar, pero supongo que en Tokio todo tiene su encanto. También te diré, solo en Japón se pueden querer visitar unos baños públicos, eh. 

Marta: Sí. Parte del motivo es porque el personaje de Hirayama los mantiene resplandecientes. Y voy a aprovechar para confesar que cuando la gente me pregunta sobre tareas domésticas, tengo que reconocer que limpiar el baño no me desagrada.

Patricia: ¿PERDÓN?

Marta: A ver. Es que queda reluciente. No como la cocina, que hagas lo que hagas siempre va a quedar grasilla en algún sitio...

Patricia: MADRE MÍA. Me podía esperar muchas cosas sobre ti y sé que somos muy distintas. Pero creía que, en cuanto a tareas domésticas, te clasificabas en la categoría total hater como yo…

Marta: ¡No, si lo soy! Pero si tengo que hacer algo, limpiar el baño no está tan mal. Lo siento, pero es lo que hay. Estoy segura de que Hirayama me comprendería.

Patricia: jajaja

Marta: En fin, volviendo a los baños públicos de Japón, no son solo interesantes porque en la película se vean super limpitos, sino también porque son bonitos, y quedaros con nosotras porque tienen una historia super interesante.

Our project sought to redesign the perception of public toilets in Tokyo. Seventeen public restrooms in Tokyo were redesigned by sixteen of Japan's leading artists.
This toilet can be operated by using your voice.

Marta: Lo que estábamos escuchando aquí es un video de la Fundación Nippon promocionando lo que se ha llamado The Tokio Toilet, que es un proyecto de la fundación, el gobierno de Shibuya y la asociación de Turismo de Shibuya para transformar los baños públicos. El objetivo era diseñar unos espacios únicos, bonitos, cómodos y lograr una experiencia agradable.

Patricia: Shibuya, por cierto, es un barrio especial dentro de la metrópolis de Tokio. Esto quiere decir que, aunque la gente se refiere normalmente a esta zona como un barrio, administrativamente tiene algo más de independencia, y tiene su propio alcalde. Pero al mismo tiempo, es un poco la zona en cierto modo más representativa de Tokio, y lo que a mucha gente le viene a la cabeza cuando piensa en Tokio. Aquí están, por ejemplo, las estaciones de Shibuya y de Shinjuku, que son de las más concurridas del mundo. Y también el cruce de Shibuya ese tan grande y con tantísima gente yendo en varias direcciones.

Marta: Sí, es un poco como el Times Square de Nueva York, con todas las pantallas de publicidad y los neones, y lo hemos visto en muchísimas series y películas, como Lost in Translation, o Alice in Borderland, por decir un par de ejemplos.

Patricia: Y en Shibuya es también donde trabaja Hirayama en Perfect Days, limpiando baños, aunque la sensación que te da la película es lo contrario a esta imagen caótica y acelerada de Shibuya que vemos en las películas.

Marta: Sí, absolutamente. En fin. Resulta que estos baños no son simplemente baños, sin más, y Wim Wenders no los utilizó como localización, simplemente porque sí.

Patricia: ¿Qué quieres decir?

Marta: Pues mira, esto que contaba del proyecto del Tokio Toilet. La Fundación Nipón y Shibuya llevaron a cabo este proyecto de mejora de sus baños públicos e invitaron a Wim Wenders para que los viera, a ver si al director le apetecía hacer una serie de cortos mostrando estos espacios. Parece ser que la idea no solo le gustó, sino que decidió hacer un largo, lo que acabaría siendo Perfect Days.

Patricia: ¿Qué me estás contando? Esto es increíble. Es decir, que esta película maravillosa, aclamada por la crítica y el público, y que casi se lleva un Oscar, ¿es en realidad un anuncio de obras públicas?

Marta: ¡Más o menos! No me digas que no es loquísimo…

Patricia: ¡Totalmente! A ver, en realidad no es tan raro que se les ocurriera invitar a Wenders… Por un lado, tiene una manera muy única de retratar lugares y de convertirlos en protagonistas de las historias que cuenta…

Marta: Es verdad. En nuestro episodio sobre Berlín mencionábamos un poco de pasada su película El cielo sobre Berlín, donde la ciudad se convierte casi en un personaje más. Y si no lo habéis oído, escuchadlo, porque es mi ciudad favorita.

Patricia: Eso. Pero además, Wim Wenders ya había trabajado en Japón y, en cierto modo, retratando Japón. En 1985 dirigió el documental Tokyo-Ga, sobre el director Yasujiro Ozu en el que precisamente explora Tokio a través de las películas de este cineasta japonés.

Marta: Un poco lo mismo que hacemos aquí en Vuelo de ida, vaya…

Patricia: Jajaja lo mismo, sí…

Marta: El New York Times cuenta un poco la historia de cómo sucedió todo esto…

Patricia: Sí, cuéntanos más.

Marta: Parece ser que el proyecto partió de Koji Yanai, que es el hijo del fundador del gigante empresarial Fast Retailing, que la mayoría conocemos por la marca Uniqlo. Este señor ayudó con la financiación y quería que estos baños públicos se convirtieran en un ejemplo de diseño y de orgullo japonés. En un principio, la idea era que sirvieran para impresionar a los visitantes de los Juegos Olímpicos de 2020, pero obviamente la pandemia obligó a cambiar los planes.

Patricia: Esto nos pasó a todos, lo de tener que cambiar planes. Un rollo.

Marta: Sí, no se libró nadie. En fin, después de este chasco, Yanai llamó a Takuma Takasaki, de la agencia de publicidad Dentsu, que fue el que sugirió que se pusieran en contacto con un director de cine famoso.

Patricia: ¡Con Wim Wenders!

Marta: Bueno, parece que se barajaron nombres como Quentin Tarantino, Martin Scorsese o Steven Spielberg.

Patricia: ¡Me encanta! O sea, me alegro que se quedaran con Wenders porque lo adoro, pero me encanta.

Marta: ¡Ya ves! Parece que Yanai era fan de Wenders desde que vio Paris, Texas en la Universidad, y recordaba que el director tenía interés en el país y que había hecho este documental del que hablábamos.

Patricia: Bueno, el plan les salió perfecto, ¿no?

Marta: Y tanto. Imagínate, que te montas la promoción de unos baños públicos y acabas con una de las mejores películas del año y casi con un Oscar. Parece que a Wenders le encantaron los baños, que los describió como “pequeñas joyas” y que se fue de Tokio decidido a hacer una película en la que el protagonista sería un limpiador. Se volvió a Berlín, que es donde vive habitualmente. Takasaki, el de la agencia de publicidad, que también produjo la película, se fue hasta allá poco después, y juntos escribieron el guión en tres semanas.

Patricia: ¿Perdona?

Marta: Sí, sí, y de hecho la película se rodó en 17 días, que no es nada. 

Patricia: Madre mía, aquí en dos semanas no podemos escribir ni un guion para este podcast. O sea, no tanto pero casi...

Marta: Jajaja es verdad…

Patricia: Pero cuéntame si los baños realmente merecen tanto la pena. En la peli se ven divinos.

Marta: Pues yo no los he visto así que no te lo puedo decir con seguridad, pero sí que te puedo contar que los arquitectos y diseñadores de estos espacios están bastante reconocidos en su campo, y que algunos de ellos cuentan con el premio Pritzker, que se considera el galardón de arquitectura más importante de la industria. Y de hecho, Shibuya ha empezado a ofrecer visitas guiadas de los baños. 

Patricia: En las notas del episodio os dejaremos un enlace, por si estáis planeando una visita a Tokio y os apetece ir a verlos. La verdad es que algo que creo que nos pasa a todos cuando visitamos Tokio es que nos quedamos fascinados con los baños del país.

Marta: Bueno, y tanto.

Patricia: Tienen bidets integrados, calefacción en el asiento, botones para subir y bajar la tapa sin tocarla, musiquita o sonidos para que tengas privacidad… ¡Y están limpios! A ver, es que imagino que no tiene sentido tener baños diseñados por arquitectos con reconocimiento internacional si no van a estar impolutos.

Marta: Son bastante maravillosos, la verdad. Precisamente hay una escena en la película, en la que Hirayama está limpiando uno de estos baños, en la que podemos ver con mucho detalle todos los botones, cómo funciona el grifo del bidet, y se ve que ahí hay mucha tecnología.

Patricia: Es verdad, jajaja. Me acuerdo de otra en la que vemos a una mujer que creo que podemos dar por hecho que no es japonesa, porque habla en inglés, preguntando cómo funciona el baño y dando un grito como de asombro y de admiración cuando Hirayama se lo muestra. Es un baño con paredes transparentes que se hacen opacas al echar el cerrojo de la puerta. La reacción de esta mujer es algo con lo que creo que muchos nos podríamos sentir identificados, porque yo me quedaría igual.

Marta: Sí, jajaja. Este baño, en concreto, es el del Yoyogi Fukamachi Mini Park, que se ve como diferentes cubos de colores y transparentes, en el que se puede ver el interior, y al cerrar la puerta las paredes se vuelven opacas. Es un diseño del arquitecto Shigeru Ban y en la web de los baños, porque los baños tienen su propia web, nos cuentan que la idea es un poco que se vean bonitos, como un farol en el parque, por la noche, pero también, siendo baños públicos en un parque, facilitar la seguridad, de modo que puedas ver fácilmente si hay gente dentro.

Patricia: ¿Tienes alguno favorito? A mí creo que me gusta especialmente el que se ve cuando Hirayama se encuentra a un niño perdido, que en la película se ve como una estructura hecha con piezas de madera…

Marta: Ese es el de Nabeshima Shoto Park, del arquitecto Kengo Kuma, y la idea era crear como una aldea dentro del bosque. Cada uno de los cubículos es su propio espacio. En serio, todo esto me fascina!

Patricia: ¡A mí también!

Marta: A mí este también me gustó mucho, pero por no repetir, voy a nombrar uno que sale justo antes de que Hirayama haga una pausa para irse a comer su sandwichito al parque, a hacer fotos y a llevarse un brote de una plantita, y es el de Yoyogi-Hachiman, que recuerda un poco a tres setas de colores violeta que han brotado al pie de las escaleras que llevan al templo. Este, por cierto, es del arquitecto Toyo Ito, que es uno de los creadores que se han llevado el premio Pritzker del que hablábamos antes, además de muchos otros galardones.

Patricia: Sí, en ese se ve que las puertas se cierran automáticamente. Y hay una voz robótica que nos dice algo en japonés, pero los subtítulos no nos dicen qué.

Marta: Voy a dar por hecho que no nos estamos perdiendo nada y que es simplemente algo tipo, “gracias por visitar estos baños públicos, espero que estés apreciando lo bonitos que son.”

Patricia: Jajaja debe de ser algo así.

Música

Patricia: Hemos hablado bastante de estos baños públicos, pero los baños que limpia Hirayama no son las únicas localizaciones interesantes de la película. De hecho, ni siquiera son los únicos baños que aparecen en la película.

Marta: Es verdad. Uno de los lugares que también vemos bastante son los baños públicos a los que Hirayama va a bañarse porque en su casa no tiene bañera ni nada.

Patricia: Esto en japonés se llama “sentō”. Son baños comunales, donde se paga entrada, y están separados por sexos. Esto es algo que, de hecho, vemos también en la película, cuando Hirayama lleva a su sobrina y cada uno se va por su lado. Él le dice, “nos vemos en diez minutos” y ella le dice que eso es demasiado poco. En las últimas décadas, este tipo de espacios han ido bajando en popularidad porque ahora es más normal tener bañeras en casa, pero todavía son bastante comunes, porque es una experiencia diferente que simplemente darte un baño en tu casa, y también es una actividad social, que es algo que también vemos con los señores que se meten en el agua y están de cháchara.

Marta: Me costó un poco encontrar el sentō que aparece en la película, pero al final lo logré y te lo vamos a compartir, por si eres un fan de Hirayama y quieres seguir sus pasos. 

Patricia: Claro que sí. ¿Dónde está?

Marta: Se llama Denki-yu y por cierto, que venden unas camisetas que son una fantasía y el souvenir superrebuscado perfecto. En la pared vemos de fondo una imagen del monte Fuji, que es una decoración muy habitual en este tipo de espacios, mientras Hirayama se lava frente al espejo antes de meterse en una de las bañeras. Este sentō está en Sumida, en el noreste de Tokio. En esta zona, por cierto, es también donde está la Tokyo Skytree, que aparece en la película continuamente, y que es una torre de radiodifusión y mirador y una de las estructuras más altas del mundo. Bueno, y de hecho, la más alta de Japón.

Patricia: Ah, pues eso nos lleva de nuevo al episodio en el que hablamos de Good Bye Lenin y de la torre de la televisión de Berlín del Este, ¿no? Que en su momento era también la más alta.

Marta: Pues es verdad, ya ves. Está todo conectado. Bueno, y aquí es también donde está la casa de Hirayama en la película, en el distrito de Oshiage. Que tiene sentido, porque en la película vemos que a trabajar va en su furgonetilla, escuchando música, pero al sentō va en bici.

Patricia: Claro. ¿Y al restaurante donde come, que está dentro de una estación de metro o algo así, se puede ir? Y lo que es más importante, ¿nos darán de comer? Bueno, restaurante, taberna, bar… 

Marta: Izakaya, como lo llaman los japoneses, que viene a ser el equivalente japonés de un bar de tapas español. Y sí, nos darán de comer y de hecho lo he encontrado recomendado en un blog japonés de comida como uno de los restaurantes de yakisoba que tienes que probar al menos una vez.

Patricia: Un inciso para quien no lo sepa: Yakisoba es un plato de fideos salteados con vegetales.

Marta: Sí. Y si los quieres probar aquí, como hace Hirayama, el lugar se llama Fukuchan, lleva funcionando desde 1964, y está dentro del centro comercial subterráneo de Asakusa, que es el más antiguo de Japón que todavía sigue en activo y que está conectado con la estación de metro del mismo nombre. De hecho, tiene todo el sentido que esté aquí, porque su barrio está bastante cerca, al otro lado del río.

Patricia: Es muy interesante cómo Wim Wenders ha elegido estas localizaciones que tienen sentido incluso si las ves en un mapa, ¿no? Quiero decir, que estamos acostumbrados a que los lugares de las películas no tengan necesariamente sentido de manera conjunta, pero aquí son lugares reales y a los que es lógico que Hirayama vaya.

Marta: Es verdad. Es posible que también facilitase la producción, pero lo cierto es que podrías hacerte una ruta como la que hace Hirayama, tal cual. De hecho, otro sitio que también está muy muy cerca de aquí es la librería de segunda mano a la que va, y donde la vendedora le dice que Patricia Highsmith sabe todo sobre la ansiedad.

Patricia: La que le hizo darse de cuenta de que el miedo y la ansiedad no son lo mismo.

Marta: ¡Exactamente! Y ya que estamos, daos una vueltita en bici y cruzad el puente peatonal Sakurabashi, que es el que vemos en la película una y otra vez. Es además muy interesante porque tiene forma de cruz y conecta ambos lados del parque de Sumida, que es un sitio muy popular para ir a ver los cerezos en flor. Y cómo decíamos, es que está todo muy cerca.

Patricia: Me está recordando esto precisamente el episodio que hicimos sobre el Nueva York de Past Lives donde también todas las localizaciones se podían dibujar en un espacio limitado del mapa y eran cercanas al lugar donde vivía su protagonista. Debe ser una tendencia de localizaciones realistas entre cineastas así más naturalistas, tal vez.

Música

Patricia: Cambiando de tema, y de barrio, hay otro sitio en la película que me dio mucha curiosidad cuando la vi, y es la tienda de discos a la que Hirayama va con su compañero de trabajo, Takashi, y donde le ofrecen 120 dólares por una cinta de cassette de Lou Reed. 

Marta: ¿Sí, verdad? A ver, yo no sé si es verdad lo de que te vayan a ofrecer esto por tus cintas de Lou Reed, pero si quieres ir a preguntar, la tienda se llama Flash Disc Ranch y está en la zona de Shimokitazawa, que está llena de tiendas de segunda mano, librerías bohemias, cafeterías y bares chulos.

Patricia: O sea, que merece la pena aunque no vayamos a vender la colección de música de nuestros padres.

Marta: Si eres un moderno y te gustan las galerías o buscar antigüedades y cosas curiosas, desde luego.   

Patricia: De hecho repasando las cosas que visité en mi viaje a Tokio en 2017 he visto que estuve en este barrio. No intentando vender cassettes, pero precisamente en la típica tienda de antigüedades donde todo era muy mono pero no me lo podía meter en la maleta.

Marta: ¡Una pena! La verdad es que cuando yo visité Japón me lo habría llevado todo…

House of the Rising Sun en Japonés

Patricia: Bueno, escuchábamos aquí esta versión maravillosa de House of Rising Sun, en japonés, de Maki Asakawa. En la película la oímos cantada por la dueña del otro izakaya al que va Hirayama, el que está a nivel de calle. 

Marta: La dueña con la que Hirayama se lleva un tonteo bastante claro, pero al mismo tiempo muy sutil, un poco como todo lo que pasa en la película, que es muy delicado y que sugiere, más que cuenta. 

Patricia: ¿Y a este bar también podemos ir?

Marta: Podemos ir, pero a diferencia de la mayoría de lugares que vemos en Días perfectos, este es diferente a como aparece en la película. En realidad es un restaurante francés y no parece muy probable ni que te mimen como Mama mima a Hirayama, ni que te cante como les canta a sus clientes.

Patricia: Pues es una pena.

Marta: ¡Y tanto! En fin, antes de despedirnos, ¿Qué te parece si repasamos unas cuantas pistas para desembarcar en Tokio como un japonés más?

Patricia: Me parece estupendo, ya lo sabes.

Marta: Pues allá vamos. Pista número 1:

Patricia: Si vas a un sentō, como hace Hirayama, debes ser consciente de la etiqueta. Te quitas toda la ropa, entras a la sala de baños solo con la toalla, te lavas bien antes de meterte en el baño, y te metes al agua, desnudo. La toalla no debe tocar el agua, así que o la dejas al lado, o la doblas y te la pones en la cabeza.

Marta: Y recuerda que en algunos sentō, igual que en los onsen, que son aguas termales de origen natural, pueden prohibirte entrar si llevas tatuajes por su asociación con los yakuza, que es la mafia japonesa. No te ofendas si te pasa. Pista número 2:

Patricia: Tokio se vive en vertical. Esto quiere decir que, igual que el izakaya al que va Hirayama es subterráneo, te puedes encontrar con bares, restaurantes y tiendas en un sótano, o en el tercer piso de un edificio. Si estás buscando un sitio y no lo encuentras, es posible que no estés mirando en la altura adecuada, porque no necesariamente va a estar a pie de calle.

Marta: Y pista número 3:

Patricia: Tokio es un lugar muy limpio. Igual que los baños que vemos en la película, los japoneses valoran mucho la limpieza y el respeto por los espacios públicos. Ni se te ocurra dejar basura por ahí tirada, y no te sorprendas si te dicen que te quites los zapatos o te pongas una máscara al probarte ropa en una tienda para no ensuciar la ropa. Y, según cómo, a lo mejor hasta tienes problemas encontrando una papelera porque les gusta tanto que todo sea bonito y pulcro, que están como medio escondidas.

Marta: Y hasta aquí nuestro episodio de Vuelo de ida en el que nos hemos ido hasta Tokio de la mano de Hirayama y sus Días Perfectos. Y tengo que hacer una mención especial para agradecer a mis amigos que me han regalado un micrófono nuevo para el podcast.

Patricia: Bueno, qué lujo de patrocinadores, ¿no?

Marta: ¡Ya ves! Nos vemos de nuevo dentro de dos semanas.

Patricia: ¡Hasta la próxima!